China decidió poner fin a su larga política de un sólo hijo.

 

China.- La controvertida medida fue introducida en el país con el objetivo de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento de la población.

Pero los temores por el envejecimiento de la población china condujeron a un cambio de la política.

La medida fue introducida en China en 1979 para limitar a muchas familias a tener un sólo hijo. Pero se hicieron excepciones.

Se calcula que la política del hijo único evitó unos 400 millones de nacimientos desde que comenzó, pero este número es disputado.

 En 2007, China afirmó que sólo 36% de sus ciudadanos estaban limitados a un sólo hijo debido a los varios cambios en la política a través del tiempo.

Cuando la población china se acercaba a 1.000 millones a fines de los 1970, el gobierno se mostró preocupado por el efecto que esto podría tener en sus ambiciosos planes de crecimiento económico.

Aunque otros programas de planificación ya habían sido implementados, para ayudar a reducir la tasa de nacimientos, el líder chino Deng Xiaoping decidió que se necesitaba tomar acciones más firmes.

El gobierno por lo general la puso en práctica ofreciendo incentivos financieros y de empleo para quienes cumplieran con ella, amplió el acceso a los anticonceptivos y estableció multas para quienes violaran las reglas.

Otras medidas coercitivas, como abortos forzados y esterilizaciones masivas, también fueron utilizadas en ciertas épocas.

 La política fue implementada más estrictamente en las áreas urbanas.

Los activistas en China y en Occidente argumentaron que la política era una total violación de los derechos humanos y reproductivos.

La preferencia tradicional por los hijos varones junto con la política de un sólo hijo condujeron a grandes números de niñas abandonadas, colocadas en orfanatos, abortos selectivos por género o incluso casos de infanticidio femenino.

Como resultado de esto, el equilibrio de género en China está inclinado hacia el masculino.

Los expertos advierten que China será la primera economía que envejecerá, antes de volverse rica, debido a la política de un sólo hijo. Para 2050, más de un cuarto de la población tendrá más de 65 años.

La tasa de fertilidad del país es una de las más bajas del mundo y está muy por debajo de la tasa de 2,1 niños por mujer que se requiere para reemplazar a la población a través de las generaciones.

El envejecimiento de la población china ralentizará la economía a medida que se reduce la reserva de trabajadores jóvenes y la proporción entre los contribuyentes y los pensionados continúe disminuyendo.

En 2013, las reglas cambiaron para permitir a las parejas tener un segundo hijo si alguno de los padres era hijo único, pero menos parejas de las que esperaba comenzaron a hacerlo.

Un cambio previo en la política durante los 1980 permitió a las familias rurales tener otro hijo si el primero era una niña.

Las minorías étnicas en Chinas no estuvieron sujetas a la política de un sólo hijo.

Fuente:BBC.