la bomba de hidrógeno de Corea del Norte es mucho más peligrosa que la atómica
Por qué la bomba de hidrógeno que dice tener Corea del Norte es mucho más peligrosa que la atómica.
Corea del Norte anunció que había realizado con éxito su primera prueba con una bomba de hidrógeno.
Esto, aunque aún no ha sido confirmado de manera independiente, disparó aún más las alarmas de la comunidad internacional.
En diciembre pasado, Kim Jong-Un había declarado que su país estaba listo para "detonar de forma autosuficiente una bomba atómica y una bomba de hidrógeno".
Y la alarma tiene una razón: la bomba de hidrógeno, o "Bomba H", es el arma más poderosa actualmente disponible en el planeta,
como le confirmó a BBC Mundo el Dr. Matthias Grosse Perdekamp, que
imparte una clase sobre armas nucleares y control de armas en la
Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
De hecho, hasta la fecha ninguna
explosión ha superado la potencia de la "Bomba del Zar", una bomba de
hidrógeno de 50 megatones, el equivalente a 50 millones de toneladas de
TNT, probada por la Unión Soviética en octubre de 1961.
Esta bomba fue unas 3.000 veces más poderosa que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, la primera de la historia jamás empleada en un conflicto bélico.
"En contraste, la potencia que se puede alcanzar
con la fusión nuclear (el proceso detrás de las bombas de hidrógeno)
básicamente no tiene límites", le explicó a BBC Mundo el experto.
"Los
únicos límites son los asociados al sistema de despliegue (del arma):
el avión que transporta la bomba, o el misil armado con una cabeza
nuclear", agregó.
Fisión y fusión
La
diferencia técnica básica es que en el proceso de fisión de las
llamadas bombas atómicas, como las de Hiroshima y Nagasaki, los núcleos
de los átomos de sustancias como el uranio 235 o el plutonio 239 se
dividen en átomos más pequeños para liberar energía.
Y los
científicos nucleares solo han logrado realizar el proceso por un número
limitado de veces, lo que significa que la energía que puede liberarse
tiene un límite: los 500 kilotones apuntados por Grosse Pederkamp.
En cambio la fusión, el proceso clave detrás las
bombas de hidrógeno, es un proceso inverso: los núcleos de los átomos de
unos componentes del hidrógeno –deuterio y tritio– se unen para formar
núcleos más grandes.
Y este proceso puede realizarse infinitas veces, por lo que teóricamente no hay límites en la potencia que se puede alcanzar.
Según el profesor de la Universidad de Illinois, sin embargo, en
la práctica las armas de este tipo por lo general no sobrepasan el
megatón de potencia, pues una explosión mucho mayor rara vez es
necesaria desde un punto de vista estratégico militar.
"A
partir de cierto punto no tiene sentido destruir un lugar completamente
y resulta más efectivo bombardear otra ubicación. Entonces en lugar de
una bomba inmensa es más efectivo tener varias bombas de menor
potencia", le dijo a la BBC.
El poder del sol
La
fusión nuclear es además un proceso mucho más complejo. Y por eso
Grosse Pederkamp dudaba, en diciembre, de la veracidad del anuncio del
líder de Corea del Norte.
Y es que, entre otras cosas, para hacerla posible antes hay que controlar también el proceso de fisión.
"Básicamente cada bomba de fusión incluye también una pequeña bomba de fisión", explica el físico.
La
primera explosión nuclear se encarga de generar la elevadísima
temperatura necesaria para que se compriman los isótopos de hidrógeno,
lo que explica por qué este tipo de bombas también son llamadas
termonucleares.
Y la potencia final estará determinada por el volumen de hidrógeno (o mejor dicho de sus isotopos: deuterio y tiritio).
"La
energía nuclear liberada en la fusión tiene el mismo origen que la
energía que sostiene la vida en la Tierra: la energía del sol", recuerda
Grosse Pederkamp.
Solo que en el caso de las bombas de hidrógeno su objetivo no es hacer posible la vida, sino la destrucción.
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