El origen de los años bisiestos
Julio César, como buen romano, era un hombre práctico. Estratega sutil que no dudaba en recurrir al engaño (la simulación de movimientos siempre ha sido una de las claves de la táctica militar), cuando era el hombre fuerte de Roma afrontó la necesaria reforma del calendario romano que, en su tiempo (siglo I a.C), era poco menos que un desastre. La rotación aparente del Sol dura 365,242 días. Es decir, que la Tierra tarda ese tiempo en volver a ocupar una misma posición a lo largo de su órbita. Los romanos primitivos eran gente un tanto ruda y recurrían a un año civil de 304 días, o sea, 10 meses. Pero pronto entrevieron la importancia de dotarse de un calendario acorde con el año solar (para las cosechas, por ejemplo), de manera que añadieron dos meses más, enero (el mes undécimo) y febrero (el duodécimo), a continuación del mes décimo (diciembre, claro). En tiempos de César, sin embargo, el calendario romano seguía siendo un desorden. Los ...