Errores que cometemos al depilarnos las piernas
Con cuchilla, cera, maquina eléctrica o láser. Así grita nuestra piel cuando no lo hacemos bien. ¿Tiene aroma de sándalo en su neceser?
Ocho de la mañana. Una mujer se mete en la ducha. En una mano
sostiene el gel de baño y en la otra, una cuchilla de afeitar. Es un
gesto cotidiano. Mas la rutina de deshacerse con discreción del vello
indeseado de las piernas no es tan inofensivo como podríamos pensar.
Antes de si quiera encender la depiladora eléctrica, calentar la cera o
empuñar la cuchilla, pueden haberse cometido hasta tres infracciones “de
riesgo” para la piel. Descubrimos, método a método, cuáles son los
errores más frecuentes. No es baladí: según el último estudio realizado
por la firma Veet, el
97% de las españolas se depila las piernas de forma habitual. El 61% de
ellas opta por la cera; las maquinillas eléctricas han conquistado al
13% de la población; el 9% tira de cuchilla y un 4% de las féminas se
enfrentan al vello a golpe de láser.
Cuchilla: nunca a pelo
La doctora Virginia Sánchez García, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanchinarro, nos desvela las meteduras de pata más comunes:
1. Pasarla en seco. Antes de deslizar la cuchilla es
muy importante aplicar una capa de algún producto específico para
depilación. Los más recomendables son aquellos en forma de gel, ya que
se introducen en las irregularidades microscópicas de la piel para crear
una capa homogénea que evite cortes. Si, además, contiene aloe vera,
mejor que mejor, ya que, según el farmacéutico Pedro Catalá,
esta planta tiene propiedades antiinflamatorias.
"Hay que evitar
utilizar jabones o lociones que contengan alcohol para depilarse, porque
su pH puede irritar y dañar la piel", añade Virginia Sánchez García.
2. Apurar demasiado. Aunque es cierto que para que
la piel quede más suave hay que rasurar en dirección contraria al
crecimiento del pelo y apurar utilizando cuchillas de 3 ó 4 hojas, se
debe tener cuidado. Si la piel es sensible o está más seca de lo normal,
se irritará con facilidad, apareciendo erosiones o infecciones cutáneas
secundarias. Es más seguro utilizar una cuchilla de alta calidad de 4
hojas, y ejercer una presión suave del cabezal contra la dermis.
3. Ignorar la calidad del artefacto. Además de las 4
hojas para una presión suave, es recomendable que la cuchilla tenga una
cinta humectante en el cabezal, porque así el gel brotará por sí solo.
No hay que olvidar lavarlas y secarlas después de cada uso. Se deben
retirar y cambiar cuando pierden el filo.
4. Compartir. Las cuchillas no se deben compartir
nunca, porque al producir microtraumatismos en la piel existe riesgo de
transmisión de enfermedades de carácter infeccioso.
Maquinillas eléctricas: cuidado extra
Mabel Carrera, experta en depilación del instituto de belleza IdB, resume así los mayores contratiempos y alertas de este método.
5. Saltarse la exfoliación. Este método requiere una
buena preparación previa de la piel, que incluye una correcta
exfoliación para evitar posibles enquistamientos de vello. Como, además,
este método es el de los más dolorosos, ducharse previamente con agua
caliente y secar después muy bien, puede ayudar, ya que, según la
Academia Española de Dermatología y Venereología, "así los poros se
abren y la extracción se facilita".
6. No hidratar. Se trata de la técnica de depilación
que más reseca la piel, según la especialista. Es imprescindible
regalar después a las piernas un extra de nutrición.
7. Dejarse llevar por la impaciencia. El pelo vuelve
a salir a los 15 días y por lo general puede enquistarse y producir
granos. Un error muy frecuente es depilar cuando el vello está demasiado
corto. Cuesta más, hay que insistir con las pasadas y la piel se
irrita.
8. En húmedo. Salvo que se trate de una tecnología wet, lista para ser empleada bajo el agua.
Cera: cuestión de temperatura
En este caso, es la doctora Maite Trunchuelo, dermatóloga de la
clínica Grupo Pedro Jaén y miembro de la Academia Española de
Dermatología y Venereología (AEDV), la que enumera los principales errores de este ungüento.
9. Demasiado caliente. Además de las molestias
ocasionadas, provoca una irritación posterior mayor. Aunque su relación
con las varices es un mito, está contraindicada para personas con
insuficiencias vasculares y venosas.
10. Demasiado fría. En el caso de irse al otro
extremo, la depilación pierde efectividad y tocará volver a aplicar y
repetir los pases, incrementando con ello la inflamación de la piel.
11. No exfoliar previamente. Se recomienda que la
piel esté exfoliada a la hora de “hacer la cera”, pues de lo contrario,
además del vello, se eliminará el exceso de células epidérmicas (de las
capas superficiales de la piel), pudiendo originar pequeñas heridas.
Las asociaciones de dermatólogos recomiendan el guante de crin.
12. En corto. Si el vello no ha crecido lo suficiente, la depilación no será efectiva.
13. After-Sun. Prohibido aplicar cera
caliente después de una exposición solar. "Se corre el peligro de que
aparezca un exceso de pigmentación tras la inflamación producida por la
depilación", apostilla la especialista.
14. Lunares sospechosos. En el caso de tener
“lunares con pelo” o abultados, se puede caer en la tentación de
quererlos eliminar con cera. Pero, en estos casos, se recomienda evitar
procesos traumáticos para la acumulación de pigmentos. "Es más
conveniente rasurar el pelo a ras con tijeras".
15. Aplicarse autobronceador. La depilación con cera
produce una alteración y heterogeneidad en los colores, viéndose más
clara la zona depilada. Las cremas autobronceadoras deben administrarse
entre 24 y 48 horas después de la depilación.
16. Terminar con cualquier crema. La loción ha de
ser calmante e hidratante, pero no perfumada, pues esta clase de crema
puede producir quemazón. Hay excepciones, como el aroma de sándalo, que
según un estudio de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), publicado
el pasado año en Journal of Investigative Dermatology, ayuda a la regeneración.
Depilación láser: diga adiós al bronceado
Los grandes errores los detalla la doctora Josefina Royo, subdirectora de Instituto Médico Láser.
17. Saltarse los tiempos. Las sesiones de depilación
láser son más rentables cuanto más pelo hay en crecimiento, porque en
cada sesión se elimina un porcentaje del pelo presente. Por este motivo,
interesa espaciar bastante las sesiones (cada 3 meses). Si no, se
acaban dando más de las necesarias, con el consiguiente coste económico.
18. Depilarse antes con otro método. La parte del
pelo que tiene pigmento y absorbe la emisión de la luz láser es el tallo
piloso. Este se calienta y transmite el calor a la matriz y a la
papila, y las destruye, invalidando la posibilidad que el folículo
vuelva a producir pelo. Si no hay vello, la eficacia de la sesión baja
mucho. Además, hay que disparar en toda la piel de la zona y el tratamiento se hace más largo. Lo ideal es que el vello sea corto pero visible.
19. Acudir a la clínica bronceada. Es indiscutible
que la depilación láser es más segura y eficaz cuando la piel está
blanca, porque el laser actúa donde ve punto de color, y si lo detecta
en toda la piel, hay riesgo de quemadura.
Todos los métodos han sido aprobados por las sociedades
profesionales. Solo se trata de encontrar el que más se ajusta a sus
necesidades y seguir estas pautas para que el daño (y el dolor) sean
mínimos.
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