Los hombres tienen un reloj biológico!
Salud.- Recientemente vi a un hombre de 50 años y a su esposa de 35 en la
clínica, quienes han estado tratando de que ella quede embarazada
durante los últimos 18 meses. La pareja me dijo que concebir a su hija,
quien ahora tiene 7 años, fue muy sencillo, y en cuestión de algunas
semanas después de haber empezado a tratar, ella resultó embarazada.
Pero eso fue en aquel momento. Ahora, sus esfuerzos por tener un segundo
hijo han sido infructuosos durante mucho más de un año, y necesitaron
ayuda.
Si esta pareja hubiera enfrentado
dificultades para concebir incluso hace unas cuantas décadas, la culpa
por su infertilidad definitivamente habría recaído sobre la mujer. Pero
la ciencia moderna definitivamente nos dice que el hombre es el
responsable de hasta un 50% de los casos de infertilidad en la pareja.
Además, en este caso, la madre acababa de llegar a la mágica edad de
35 años, y ahora portaba el sello de "edad materna avanzada", lo que la
hacía menos propensa a concebir.
Pero, ¿qué pasa con papá? ¿Está en la "edad paterna avanzada"?
Después de todo, tiene 50 años, y los estudios a lo largo de las últimas
dos décadas nos dicen que la edad paterna es algo en lo que debemos
pensar, tanto los médicos como los hombres, porque el reloj biológico
masculino en realidad ha empezado a correr. Para esta pareja, papá sin
duda podría ser la causa, o al menos contribuir a las dificultades de
concepción por el simple hecho de su edad.
Entonces, ¿cuál es alguna de la evidencia sobre la existencia de un
reloj biológico masculino y cómo debería esto cambiar la forma en la que
los hombres abordan sus vidas y sus interacciones con el cuidado de la
salud?
Durante mucho tiempo, hemos sabido que la testosterona de un hombre,
la cual a menudo es considerada como la hormona de la vitalidad y la
juventud masculina, disminuye progresivamente
a partir de los 30 años. Los niveles bajos de testosterona se asocian
con un mayor riesgo cardiovascular, con la mortalidad, y con cambios en
el colesterol malo.
Los bajos niveles de testosterona también pueden disminuir el deseo
sexual, empeorar la función eréctil, y afectar la fertilidad, y los
hombres con niveles más altos de testosterona tienen menor riesgo de
padecer de algunas de las condiciones anteriores que sus contrapartes
con niveles más bajos de testosterona.
Desde el punto de vista de la fertilidad, los hombres mayores tienen menos probabilidades de concebir un hijo, toman hasta cinco veces más
para concebir, tienen más probabilidades de iniciar un embarazo que dé
lugar a un aborto involuntario o muerte fetal, y tienen más
probabilidades de tener un hijo con un trastorno neurológico o de
comportamiento.
Los hombres mayores también tienen más mutaciones en el código
genético que las mujeres de la misma edad o más jóvenes, y éstos se
pueden transmitir a su descendencia. Los hombres mayores tienen menos
espermas y la calidad del esperma es menor que la de los hombres más
jóvenes; una mayor cantidad de su esperma tiene ADN dañado, lo que puede
reducir su capacidad de iniciar un embarazo.
Las investigaciones más recientes han demostrado que los hombres
infértiles tienen un mayor riesgo de padecer cáncer y otras condiciones
médicas, entre ellas enfermedades cardiovasculares, endocrinas,
genitourinarias y enfermedades de la piel. De manera más general, los
hombres estériles, independientemente de la edad, también son más
propensos a tener niveles más bajos de testosterona. Por lo tanto, el
estatus de fertilidad de un hombre, sobre todo si se detecta temprano en
la vida, puede ser un indicador de su salud en general.
Mientras ahora aprendemos más rápidamente respecto a la salud de los
hombres, la investigación sobre las mujeres está bastante atrasada —una
década o más— frente a la investigación similar en mujeres, y existen
menos urólogos que ginecólogos que pueden aconsejar a los pacientes
hombres y al público, al igual que a otros médicos.
En el caso del padre de 50 años de edad, él no me vino a ver en busca
de consejos sobre la "edad paterna avanzada". Vino porque quería tener
otro hijo con su esposa. Su esposa sabía que ella podía ser menos fértil
porque tenía 35 años, pero ninguno había escuchado que lo mismo podría
aplicar para él.
Sin que exista un conocimiento público y de médicos más amplio sobre
la relación entre la edad masculina, la fertilidad, el estatus hormonal y
la enfermedad, los hombres seguirán evitando las visitas al doctor.
Actualmente, los hombres son 80% menos propensos que las mujeres a ir al
doctor. Esto podría estar relacionado con una falta de cuidado
preventivo en los hombres, en contraste con las mujeres, a quienes se
les aconseja que visiten regularmente al ginecólogo a partir de su
adolescencia.
Debido a nuestro creciente conocimiento sobre la relación entre la
edad masculina y los indicadores de enfermedades que pueden volverse
aparentes al principio en la vida, los médicos tienen la responsabilidad
de informar al público. Los médicos que traten a las parejas por
problemas de infertilidad deberían animar a los hombres a que sean
evaluados por un urólogo, y los jóvenes que tengan problemas de
infertilidad o problemas relacionados con hormonas deberían someterse a
un chequeo.
Todos deberíamos adquirir conciencia de los riesgos del
envejecimiento masculino más allá de las condiciones comunes, como la
hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardíacas. Tener hijos es
muy significativo para muchos hombres, y esperar vivir una vida larga y
saludable también les permitirá disfrutar de la paternidad.
Fuente:Cnn.
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